Las noches son largas en esta época del año. Nos encontramos comenzando el día en la oscuridad, y la oscuridad al final del día llega demasiado pronto. Anhelamos más luz y calidez. También vivimos en la oscuridad de una pandemia, con todas las enfermedades, la muerte y el miedo que trae. También vivimos en la oscuridad de la polarización, la intolerancia y el odio. Todos estamos tan cansados de eso que sumamos a la oscuridad con mal genio y mal humor. Puede ser peligrosamente tentador rendirse, entregarse al cinismo, la desesperación y la pérdida de sentido.
Anhelamos una epifanía repentina, una luz cegadora que ponga fin a la oscuridad. Pero como los reyes magos, debemos confiar y seguir los destellos de luz que vemos. En las áreas más oscuras del mundo, la gente ha celebrado durante mucho tiempo el solsticio, que ocurre en las profundidades de la oscuridad y marca solo el comienzo del lento proceso de retorno de la luz, pero en el que la gente ha aprendido a confiar.
Celebremos esta temporada de Epifanía con la misma confianza. Nuestras liturgias en esta época del año nos recuerdan que la Luz está ahí, incluso cuando todo lo que vemos son destellos. La sonrisa en el rostro de un niño, el amor de una familia, el consuelo de la amistad son destellos de la Luz que nos guiará.
Te invitamos a agregar tus propios comentarios sobre esta publicación en Facebook.