¡Feliz Halloween! Al acercase el invierno, la historia continúa, el velo que separa a los vivos y los muertos se vuelve delgado. Y en la cultura celta un antiguo festival de otoño reconoció la presencia continua de los espíritus de los muertos entre nosotros, algunos amistosos, otros traviesos. Este festival se transformó fácilmente con la conmemoración católica de los santos y creyentes que han muerto (Fiesta de Todos los Santos Nov. 1 y Todos los Muertos, Nov. 2). El nombre de la festividad se deriva de esta conexión: All Hallow’s Eve, el día antes de Todos los Santos se convirtió en Halloween.
Estas dos corrientes naturalmente se unen alrededor de la convicción cristiana de que ninguna alma creyente jamás se puede perder a la muerte. En cambio, disfrutamos de la vida eterna con nuestro Dios, que siempre ha anhelado esta comunión de vida compartida con nosotros. Cristo nos mostró el camino hacia esta comunión, y su entrega lo hace posible. Lamentamos la pérdida de seres queridos, lamentando su ausencia en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, reconocemos que todavía están con nosotros de alguna manera que experimentaremos plenamente cuando nuestras vidas terrenales se cumplan. Estos días especiales celebran la Comunión de los Santos.
En nuestro blog de aquí adelante, queremos celebrar este don de comunidad arraigado en el amor de Dios por nosotros. Es el tema de nuestra próxima Gala del 16 de febrero. Queremos enfatizar especialmente su importancia para nosotros como personas de fe al salir del "Tiempo de Corona", el aislamiento y el distanciamiento personal que nos obligó vivir la pandemia. Queremos reconocer el don de Dios que es nuestra comunión y alentar un renovado abrazo de nuestra conexión, esencial para nuestra prosperidad como seres humanos y como miembros del Cuerpo de Cristo.
Esto también marca un cambio en el propósito de nuestro blog. Originalmente pensado como un recurso para ayudar a nuestros amigos a manejar las demandas extraordinarias de la pandemia, es hora de reenfocarnos en nuestro camino continuo hacia adelante como discípulos fieles de Cristo. Nos dirigimos a nuestro homónimo, Yves Congar, OP, que es una fuente clave para entender la corresponsabilidad de los bautizados por el ser y la misión de la Iglesia. Su profunda investigación histórica ha reunido todos estos ricos temas, que han vuelto a destacar hoy en el doble enfoque de la Eucaristía y la práctica de la sinodalidad. Congar puso su investigación en el libro” Signposts for a Theology of the Laity” que se traduce, “Señales para una Teología de los Laicos”. En su honor, nuestro blog ahora se llamará Señales en El Camino. Nuestro objetivo para el blog es que, como miembros del pueblo peregrino de Dios, los lectores encuentren inspiración y dirección en nuestras reflexiones semanales para acercarnos a la última comunión de vida en la Trinidad que conmemoramos especialmente durante estos tres días. ¡Feliz Fiesta de Todos los Santos!