En la lectura del evangelio de hoy, Mateo, 7:1-5 Jesús advierte a sus discípulos que dejen de juzgar a los demás porque ellos también serán juzgados por su propia medida. Las palabras de Jesús son firmes y directas, diciendo que el que juzga a otro sin primero quitarse ‘la viga de madera de sus propios ojos’ es un hipócrita. Creo que podemos decir con certitud que todos somos culpables de juzgar a otros en un momento u otro. De hecho, es la naturaleza humana juzgar, sin embargo cuando juzgamos a otro ser humano basado en nuestra propia perspectiva y medida moral, ¡somos hipócritas!
Nosotros, los humanos juzgamos, y muchas veces discriminamos a los demás en base a sus diferencias, ya sea género, edad, color de piel, creencias religiosas, opiniones políticas, ideología, etc. Cuando juzgamos a otros, las nubes oscuras rodean nuestros corazones y mentes y no vemos a otros con mente correcta. Más bien, nuestra perspectiva del “otro” está nublada por obstáculos que se interponen en nuestro camino, como nuestro orgullo, egoísmo, arrogancia, ira, envidia y codicia. Nos volvemos ciegos e hipócritas porque nosotros también, tenemos una viga de madera en nuestros ojos que nos impide ver a nuestra hermana y hermano por lo que realmente son hijo/as amado/as de Dios.
Esta lectura me recuerda de la canción de Johnny Nash lanzada en 1972, “Puedo ver claramente ahora” -- “Puedo ver claramente ahora que la lluvia se ha ido; Puedo ver todos los obstáculos en mi camino. Atrás quedaron las nubes oscuras que me tenían ciego”.
Soy rápido para juzgar a veces, pero la canción de Johnny Nash tiene un hermoso verso que me ayuda a recordar que tal vez no ahora, pero a medida que sigo trabajando en la eliminación de los obstáculos que me impiden ver a los demás como Dios nos ve, eventualmente me volveré menos prejuicioso y aprenderé a amar a los demás como Dios me ama, sabiendo que todos somos amados por Dios. Entonces puedo cantar junto con Nash, "Creo que puedo hacerlo ahora; el dolor se ha ido. Todos los malos sentimientos han desaparecido. Aquí está el arco iris por el que he estado orando ¡Va a ser un día brillante, brillante, brillante, brillante Sol!" "Va a ser un día brillante, brillante, brillante Sol."
¿Qué es lo que nubla tu perspectiva e informa negativamente tu sentido del juicio del "otro" y de ti mismo? ¿Cuáles son los obstáculos que te impiden ver claramente; ver a Jesús en si mismo y en el otro?
Te invitamos a agregar tus propios comentarios sobre esta publicación en Facebook.